Resolución 1843 de 2025:
Cambios claves para las evaluaciones médicas ocupacionales en Colombia
Resolución 1843 de 2025 marca un punto de inflexión para el país al redefinir la manera en que las empresas deben gestionar las evaluaciones médicas ocupacionales y fortalecer los procesos de salud en el trabajo. Esta nueva normativa surge en un momento clave para Colombia, donde garantizar la protección, el bienestar y la correcta valoración del estado ocupacional de cada trabajador se ha convertido en una prioridad técnica y legal.
Este artículo informativo ha sido elaborado para ofrecer al lector una comprensión clara, actualizada y útil sobre los alcances reales de la norma, los cambios que introduce y la forma en que impactará los procedimientos médicos, documentales y administrativos dentro de las organizaciones. Su objetivo es brindar información estratégica que permita tomar decisiones acertadas, prevenir sanciones y asegurar que las empresas mantengan un enfoque responsable frente a la salud de los trabajadores.
A continuación, encontrará un análisis profundo, estructurado y práctico que facilitará la interpretación de esta reciente regulación nacional.
Contexto normativo y origen de la Resolución 1843 de 2025
La Resolución 1843 de 2025 surge como respuesta a la necesidad de modernizar y fortalecer los lineamientos técnicos que orientan la seguridad y salud en el ámbito laboral, especialmente en lo relacionado con las evaluaciones médicas ocupacionales y la gestión documental asociada a las historias clínicas. El Ministerio del Trabajo expidió la resolución con el propósito de armonizar los procesos médicos y garantizar que cada historia clínica ocupacional sea tratada bajo estándares actualizados, coherentes con las exigencias actuales del país y del sistema de gestión de seguridad.
Este cambio normativo no aparece de manera aislada; hace parte de la evolución jurídica que Colombia ha venido construyendo desde normas como:
● Resolución 2346 de 2007
● Resolución 1918 de 2009
● Resolución 1075 de 1992
● Resolución 4050 de 1994
La nueva norma incorpora elementos más claros, especialmente en cuanto al manejo de la información clínica, la responsabilidad profesional en la práctica médica y la coherencia entre las valoraciones realizadas y los riesgos presentes en el trabajo en Colombia. Además, define criterios que fortalecen la trazabilidad, el análisis de la condición de salud y la relación directa con los peligros propios de cada oficio.
La entrada en vigencia del documento representa una actualización necesaria frente a los retos de la actualidad, alinear los procedimientos con los avances de la medicina del trabajo y promover una adecuada gestión de seguridad y salud que permita a las empresas anticiparse a riesgos, documentar adecuadamente los procesos y garantizar evaluaciones clínicas responsables y sustentadas.
Con esta base normativa, las organizaciones deben comprender que la Resolución 1843 de 2025 establece obligaciones claras y cambios significativos que serán profundizados en las siguientes secciones del artículo.
Cambios principales introducidos por la Resolución 1843 de 2025
La Resolución 1843 de 2025 introduce transformaciones profundas en los procesos relacionados con las evaluaciones médicas ocupacionales, marcando un antes y un después en la forma en que las empresas deben planificar, ejecutar y documentar estos procedimientos. Según la Resolución 1843, todas las valoraciones de tipo ocupacional deben ajustarse a estándares más específicos, garantizando que cada examen médico responda a los riesgos reales del cargo y que las decisiones clínicas estén sustentadas de manera técnica y trazable.
Uno de los cambios más importantes es que las evaluaciones médicas ocupacionales deben ser más completas, detalladas y directamente relacionadas con el perfil del puesto de trabajo. Esto incluye la obligación de realizar las evaluaciones médicas bajo un enfoque basado en evidencia, considerando exposición a peligros, antecedentes clínicos y seguimiento de una condición de salud previamente identificada. Además, se fortalece el control sobre las organizaciones encargadas de realizar dichos exámenes, asegurando que cumplan con criterios de habilitación y supervisión profesional.
Los tipos de evaluaciones médicas se redefinen con mayor precisión, incorporando lineamientos que garantizan que ocupacionales deben ser oportunas, pertinentes y coherentes con la actividad económica. La resolución establece también límites claros sobre qué pruebas son válidas, cómo documentarlas y cuáles son los criterios mínimos de soporte clínico necesarios para emitir recomendaciones laborales. En esta línea, se recalca que la resolución enfatiza la importancia de la coherencia entre riesgos del oficio y resultados médicos.
Entre las normas relacionadas que contextualizan este cambio se incluyen:
● Resolución 0312 de 2019 (estándares mínimos del SG-SST)
● Resolución 4050 de 1994 (lineamientos previos en exámenes ocupacionales)
Asimismo, la nueva resolución introduce protocolos más estrictos para el uso de herramientas diagnósticas, la interpretación clínica y el seguimiento de casos donde se observe una variación en la salud del trabajador. Estas disposiciones permiten mayor control, reducen la variabilidad en la práctica médica y fortalecen la capacidad del empleador para tomar decisiones basadas en evidencia.
Con estos cambios, la Resolución 1843 de 2025 consolida un marco más técnico, moderno y transparente para todos los procesos médicos derivados del trabajo.
Profesionales autorizados para
realizar las evaluaciones médicas ocupacionales
La definición de quiénes están habilitados para desarrollar las evaluaciones médicas ocupacionales es uno de los aspectos más relevantes dentro del marco regulatorio actualizado. La Resolución 1843 de 2025 precisa que estas valoraciones clínicas deben ser efectuadas únicamente por profesionales con competencias avanzadas y formación específica, garantizando así criterios homogéneos, confiables y técnicamente sostenibles en el tiempo.
Para dar cumplimiento a este estándar, se establece que las evaluaciones deben ser realizadas por médicos especialistas, particularmente aquellos con énfasis en áreas como medicina del trabajo, medicina de seguridad y salud y áreas afines que permitan una interpretación adecuada del estado del trabajador frente a los riesgos del oficio. En este sentido, se incluye la participación de médicos especialistas en medicina, especialistas en medicina del trabajo y profesionales con licencia vigente en salud ocupacional, todos ellos capacitados para emitir conceptos clínicos integrales y formular recomendaciones médicas ajustadas al cargo.
El proceso también requiere la intervención de prestadores de servicios de salud habilitados, incluyendo prestadoras de servicios de medicina y servicios de medicina en seguridad, siempre dentro de instituciones aprobadas y bajo normativas del Único Reglamentario del Sector Trabajo, que actúa como referencia para la verificación de competencias y autorizaciones institucionales.
Asimismo, se demanda que las entidades encargadas de estos procedimientos cuenten con capacidad técnica y administrativa para asegurar la calidad en la realización de las evaluaciones médicas, evitando prácticas improvisadas o inconsistentes que puedan afectar la interpretación de la información clínica o la toma de decisiones por parte de las empresas.
Este enfoque garantiza que cada valoración sea coherente, precisa y alineada con los principios de protección de la salud laboral en Colombia.
Historias clínicas y contenido obligatorio
La correcta administración de las historias clínicas ocupa un lugar central en los lineamientos definidos por la Resolución 1843 de 2025, especialmente en lo relacionado con la trazabilidad y la calidad del registro médico dentro de los programas de salud en el trabajo. La norma establece parámetros precisos sobre el contenido de las historias clínicas, buscando fortalecer la coherencia entre la documentación y los resultados derivados de las evaluaciones médicas ocupacionales realizadas a cada trabajador.
En este marco, la historia clínica ocupacional debe permitir identificar la evolución de una condición asociada a la exposición laboral y facilitar el análisis de la efectividad de las medidas adoptadas por la empresa para proteger la salud del personal. Estos criterios permiten una interpretación más técnica y sustentada del estado real del trabajador, apoyando tanto la toma de decisiones como el diseño de acciones preventivas.
Una adecuada gestión documental aporta además a los programas de vigilancia epidemiológica, los cuales requieren información clara, detallada y actualizada para anticipar riesgos, controlar exposiciones y generar intervenciones oportunas. Este enfoque también mejora la capacidad de análisis respecto a la salud del trabajador y la salud de los trabajadores, garantizando que la información sea tratada siguiendo protocolos de confidencialidad y reserva ética.
El cumplimiento de estas directrices fortalece la práctica clínica ocupacional y eleva el estándar técnico exigido a las empresas para mantener procesos transparentes, confiables y alineados con las responsabilidades del Sistema de Gestión.
Implicaciones para empleadores y empresas
Las modificaciones introducidas por la Resolución 1843 de 2025 generan un impacto significativo en la operación diaria de las organizaciones, especialmente en lo relacionado con la planificación, ejecución y seguimiento de las evaluaciones médicas ocupacionales. Para los empleadores, estas obligaciones implican ajustar procesos internos, destinar recursos y fortalecer la articulación con profesionales y entidades que intervienen en la gestión clínica, con el fin de garantizar el cumplimiento normativo.
Uno de los aspectos centrales recae en la correcta administración de los riesgos laborales, lo cual exige una integración más sólida con el sistema general de riesgos laborales y un enfoque preventivo que permita anticipar afectaciones a la salud. También se requiere una interpretación más rigurosa dentro de la gestión de seguridad y salud, promoviendo acciones alineadas con la realidad de cada oficio y sector productivo.
Estos cambios obligan a revisar la infraestructura del sistema de gestión de seguridad, asegurando que todos los requisitos clínicos y documentales se ejecuten dentro del sistema de gestión y se documenten de manera adecuada. Para muchas empresas, esto implica fortalecer su equipo técnico, actualizar procedimientos y mejorar mecanismos de coordinación con profesionales de salud ocupacional y especialistas encargados de valorar condiciones médicas relacionadas con el trabajo.
La normativa también establece que el empleador debe asumir el costo de las valoraciones clínicas, realizar ajustes en la jornada laboral cuando sea necesario y garantizar que dichas atenciones se realicen dentro de la jornada laboral, evitando afectar los tiempos personales del trabajador. Asimismo, se deben adaptar las condiciones de trabajo cuando las recomendaciones clínicas indiquen la necesidad de proteger la salud del personal.
Normas relacionadas mencionadas en este contexto:
● Resolución 1918 de 2009
● Resolución 1075 de 1992
Este conjunto de responsabilidades refuerza la importancia de contar con un enfoque preventivo, técnico y actualizado que asegure la continuidad operativa y la protección integral de los colaboradores.
Aspectos médicos y pruebas permitidas / no permitidas
Las orientaciones clínicas incluidas en la Resolución 1843 de 2025 refuerzan la necesidad de que las evaluaciones médicas ocupacionales se realicen bajo parámetros estrictamente relacionados con los riesgos inherentes al oficio. Este enfoque garantiza que cada valoración sea pertinente, técnica y respetuosa de los derechos del trabajador, especialmente en lo relacionado con la solicitud de pruebas, análisis clínicos y procedimientos complementarios.
Dentro de las disposiciones más destacadas se encuentra la claridad sobre la prueba de embarazo, la cual no debe exigirse de manera generalizada ni utilizarse como criterio para aceptación, continuidad o adecuación laboral. Su aplicación únicamente será válida cuando exista una justificación médica sólida, ligada a riesgos reales o potenciales que puedan comprometer el bienestar de la gestante, siempre bajo criterios éticos y científicos.
Así mismo, la resolución describe el uso adecuado de pruebas como los exámenes de sangre, las cuales deben estar justificadas por el perfil de exposición del cargo o por una condición de salud previamente identificada durante el proceso clínico. Su finalidad debe ser estrictamente diagnóstica, orientada al seguimiento de parámetros relevantes y al análisis de factores que puedan tener impacto en la salud del trabajador.
Estas directrices tienen como propósito proteger la salud, evitar solicitudes innecesarias y garantizar que las prácticas clínicas se ajusten a principios de pertinencia, proporcionalidad y respeto a la privacidad. Con este marco, la normativa fortalece la transparencia y la responsabilidad profesional en la toma de decisiones, asegurando que los procedimientos respondan únicamente a criterios ocupacionales y no a elementos discriminatorios o ajenos a la realidad del cargo.
Diferencias esenciales entre
la normativa actual y la Resolución 2346 de 2007
La actualización regulatoria introducida por la Resolución 1843 de 2025 genera una ruptura significativa frente al modelo previamente definido por la Resolución 2346 de 2007, cuya aplicación se mantuvo durante más de una década. Con la entrada en vigor de este nuevo marco, se redefine la forma en que se planifican, documentan y ejecutan las evaluaciones médicas ocupacionales periódicas, incorporando elementos más técnicos, precisos y acordes a los riesgos reales de cada actividad laboral.
Uno de los cambios más evidentes es que la normativa anterior se enfocaba principalmente en regular la práctica general de los exámenes médicos, mientras que la actualización vigente otorga mayor importancia a la correlación entre el cargo, los peligros presentes y la interpretación clínica. Con ello, se busca evitar procesos estandarizados que no reflejen las condiciones reales del oficio, logrando que las valoraciones sean más ajustadas y pertinentes dentro del contexto del trabajo en Colombia.
Otro aspecto destacado es la claridad con que ahora se determina quién puede regular la práctica de evaluaciones, exigiendo mayor nivel de competencia y formación por parte del personal médico involucrado. Esto reduce la variabilidad en la calidad de los conceptos y fortalece la credibilidad de los procesos clínicos ocupacionales en Colombia.
Además, el documento actual deroga la Resolución 2346, actualiza procedimientos, elimina ambigüedades y mejora la trazabilidad en la interpretación de resultados. Todo esto se traduce en un sistema más robusto, alineado con prácticas modernas y con un enfoque centrado en la protección integral de los trabajadores.
Acciones prioritarias para que
las empresas cumplan con la normativa
El marco actualizado definido por la Resolución 1843 de 2025 exige que las organizaciones adopten una serie de medidas inmediatas para garantizar que las evaluaciones médicas ocupacionales se realicen conforme a los lineamientos técnicos establecidos. Estos ajustes deben iniciar con una revisión completa de los procedimientos internos relacionados con la gestión clínica, asegurando su articulación con los criterios actuales y la realidad de cada oficio.
Una de las primeras tareas consiste en verificar que todos los procesos estén alineados con los principios de salud y seguridad, fortaleciendo la interacción entre los profesionales clínicos y el equipo responsable del Sistema de Gestión. Esto incluye validar que las valoraciones sean coherentes con las exposiciones laborales, que cada recomendación responda a criterios de pertinencia y que se garantice la trazabilidad del análisis.
Igualmente, se recomienda revisar el rol de los especialistas encargados de la medicina del trabajo o salud, verificando su idoneidad y la correcta articulación con los procesos internos del trabajo de la empresa. Este componente es fundamental para asegurar que las decisiones clínicas estén basadas en evidencia, sean aplicables y respondan a situaciones relacionadas con el trabajo.
Tomar acciones oportunas permite a las organizaciones cumplir de forma adecuada con los lineamientos actuales, reafirmando que el trabajo es un derecho y que su correcta gestión protege la salud laboral en Colombia, tal como se plantea en el enfoque técnico vigente.
Conclusión
La implementación de los lineamientos definidos por la Resolución 1843 de 2025 representa una oportunidad para fortalecer la calidad de los procesos clínicos y mejorar la articulación entre las valoraciones médicas y la realidad operativa de cada empresa. Esta actualización normativa representa un avance significativo al unificar criterios, elevar estándares técnicos y promover decisiones basadas en evidencia dentro de los entornos laborales.
Cumplir con estos requerimientos permite proteger la salud de sus trabajadores, garantizar intervenciones oportunas y consolidar un enfoque preventivo que aporta claridad y confiabilidad al proceso. La participación activa del ministerio de trabajo y la supervisión de profesionales reconocidos por el ministerio refuerzan la transparencia y la calidad de las evaluaciones clínicas.
Adoptar estas directrices asegura que las organizaciones mantengan un entorno seguro, responsable y alineado con los objetivos del país en materia de bienestar laboral.
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